lunes, 3 de septiembre de 2012

Sant Moritz

 El día antes de irme de vacaciones a España, me dieron esta sorpresa, me montaron en el coche a las 7 de la mañana (no forzada mente) 
Después de 2 horas y media de coche, dos puertos de montaña con aduana, vilos carteles de a donde nos estábamos dirigiendo, nada más salir de Italia, se nota enseguida el cambio, viendo las casas, los campos etc, todo parece mucho más cuidado.


Todas las casitas parecen de estilo holandés, es todo muy campestre, y era precioso.
Fue muy heavy dejar un día de agosto Milán con 35º, para pasar a 17º en la cima de la montaña.



Sant Moritz tiene un lago enorme, y precioso, que no sé porqué tiene un color distinto al del lago Como por ejemplo.






Este es un hotel típico de allí.


La tienda Dolce&Gabbana de St Moritz


Sant Moritz como otras ciudades, es estacional, así que solo se abren sus tiendas y hoteles digamos hasta enero, luego cierran tres meses por la bajada de turismo. 



                                                                Piccolo Claudio

Eso sí, Sant Moritz es carísimo, costaba el parking 5€ la hora o así, que era en francos suizos, y al cambio, no sale rentable.



                                        La pirla


Fué precioso ver el lago y las montañas nevadas.




Como no era muy grande y lo ideal era quedarse y disfrutar del paisaje y demás, decidimos dejarlo para más adelante e ir dos días mas tranquilos, así que nos fuimos a Livigno, que estaba cerca de allí, que es digamos como el Gibraltar de Italia, donde todo costa poquísimo, porque no hay tasas.

Por ejemplo la gasolina en Milan costaba 1.89€ y en Livigno 0.90€....llenamos el tanque.

No me lo esperaba así pero, era una pradera grande, en el medio de las montañas, con centenares de casas, rollo aldea del arce, y en la parte de abajo había tiendas, y arriba vivía la gente. Super cuco todo.
Había sobre todo muchas tiendas de perfumes, tabacos y alcohol, que si que era mucho más barato.
Un cartón de marlboro light 28€ cuando me parece que cuesta 54€ en Milán, no lo sé, me lo estoy inventando.



Yo en una especie de tasca toda de madera, muy acogedora





Y nos cayó el diluvio universal.

Ecco




Se hizo larguísimo el viaje, pero mereció la pena.




Un beso enorme a todos!

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